Autor: David Leija Bear Carta abierta para toda la familia inmigrante, para los hijos de inmigrantes y a la diáspora con y sin papeles aquí en EEUU y en todo el mundo:
En estos momentos difíciles en que están intentando despojarnos de todo y sobre todo de nuestra humanidad; no podemos dejar que nos quiten nuestro ánimo, nuestro calor y amor por la vida que nos caracteriza como latinos; tenemos que encontrar el balance entre el coraje que uno siente al escuchar las narrativas impuestas por los medios y aquellos en poder y mantener nuestra identidad y salud. Nuestra comunidad siempre ha sido atacada con desprecio y con mentiras difamándonos sobre quiénes somos. Y la gente de afuera de nuestras comunidades y de nuestras culturas que en realidad no sabe, es la que habla más fuerte. Necesitamos ponerle un fin. Dejamos que la gente de afuera dicte y narre nuestras historias, nuestras realidades, pero tenemos que adueñarnos de ellas y contarlas. Nuestro mensaje y nuestra resistencia tiene que venir de forma pacífica porque en momentos de conflicto, como dice mi padre, el que se enoja pierde. Hay que mantener mente fría y corazón caliente porque en el momento que nos descuidemos y nos dejemos antagonizar, les daremos la razón; quieren vernos enojados, y quieren provocar la ira que nos hará perder y vernos mal ante el mundo cuando lo único que queremos es la oportunidad de luchar por una vida digna. Es más difícil controlarnos que dejarnos llevar por los instintos, por la ira, por el coraje y hacer cosas que luego podremos llegar a lamentar. Es más difícil platicar con calma, razón y dignidad que gritar y maldecir, pero cuando se logra, nuestra voz es una herramienta tan poderosa que tiene el poder de cambiar mentes y corazones. Discutiendo a gritos no se logra nada. Sé que el pedir que mantengamos el rencor al lado es difícil cuando nos quieren privar de nuestros derechos, cuando quieren separar a nuestras comunidades y a nuestras familias, pero no importa lo que digan le doy gracias a Dios por el privilegio de ser Latino y por tener una extensa cultura tan fuerte, bonita y para mí, inigualable y digna de envidia. Que nunca se nos olvide. Es tan importante mantener nuestros valores como latinos y no enfocarnos solamente en lo negativo. Abracemos a nuestras familias y a nuestros vecinos. Hay que seguir riéndonos, cantando, disfrutando, viviendo y gozando cuando se pueda no solamente por nuestra salud sino por nuestra humanidad porque el mundo está viendo -hay que poner el ejemplo. ¡Sobre todo hay que seguir educándonos, organizándonos y educando a los demás porque no nos vamos a dejar! El Pueblo Unido Jamás Será Vencido. Por David Leija Bear
Canadá anunció esta semana que eliminará el requisito de tramitar visa para los ciudadanos mexicanos que visiten tierras canadienses.
...Sabías que... En el transcurso de recorrer por 15 países en las americas, mi pasaporte mexicano me ha permitido viajar sin tener que solicitar visa alguna. Desafortunadamente, mi primo que viaja con pasaporte estadounidense no ha tenido la misma suerte. Al contrario de lo que se pueda escuchar por ahí, el pasaporte mexicano, al igual que muchos de los pasaportes de otros países latinoamericanos, es de los más fuertes al nivel mundial. No hay que dejar que nos menosprecien cuando se habla de la influencia y poder de nuestros países latinoamericanos. Con el pasaporte mexicano se puede viajar a 139 países (entre ellos toda Europa y ahora Canadá también ,efectivo en diciembre, subiendo el número de países a 140) sin visa. Y éste no es el más fuerte en Latinoamérica; Chile, Brasil y Argentina pueden acceder aún más países respectivamente. La cifra según acceso por país es la siguiente: Pais #Países Que No Requieren Visa Para Entrar
1. Chile 155
2. Brasil 153 3. Argentina 152 4. México 140 5. Uruguay 137 6. Venezuela 132 7. Costa Rica 131 8. Panamá 127 9. Paraguay 125 10. Guatemala 119 11. Honduras 116 12. El Salvador 115 13. Nicaragua 110
Es fácil sentirnos desafortunados aveces por ser minoría en un país que por más que te haya visto crecer allí, no deje de sentirse ajeno. Es fácil pensar que nuestra ciudadanía no tiene el mismo valor. Todo mundo me dijo que viajara con el pasaporte estadounidense porque sería más fácil. Después de recorrer casi el continente entero me he dado cuenta que eso es una mentira que hasta nosotros mismos creemos. No hay que dejar que nos menosprecien y peor, caer en la trampa de creerlo. Muchas veces no nos damos cuenta de los privilegios y las bendiciones con las cuales nacemos porque haber nacido en México y/o Latinoamérica también es un privilegio. Al hablar de este tema se me enchina la piel y recuerdo las palabras de mi buen Jose Alfredo Jiménez... "Descendiente de Cuauhtémoc, Mexicano por fortuna".
No obstante, el viajar no es prioridad para todo mundo y lamentablemente no es una posibilidad para millones de personas en EEUU y a través del mundo entero. Para nuestros hermanos y hermanas que no han conseguido arreglar papeles en esta jaula de oro espero que estas sean palabras alentadoras. Es importante saber que las cosas van a mejorar. EEUU va a progresar en cuanto el asunto de inmigración. Hay que seguir luchando. A pesar de todos los obstáculos que nos pongan afrente y lo difícil que sea estudiar en éste país, todavía estamos consiguiendo hacerlo, armándonos con estudios y consiguiendo diplomas universitarios y en números imprescindibles y nunca antes vistos en la historia. No podemos desistir. Tenemos que seguir con la lucha y acceder a lugares donde nos hagan caso. Hay que lograr llegar a puestos de influencia para poder efectuar cambio. Si algún día llegasen a salir de allí (eeuu) por cualquier razón, es preciso saber que hay muchas puertas abiertas... 140 para ser exacto. Nunca olvides tu valor. Al final del cuento pienso que hay que tener orgullo por nuestros países, nuestras culturas, y nuestras raíces las cuales forman gran parte de quien somos, seamos de donde seamos, estemos donde estemos en las buenas y en las malas. Mis países tienen tanto que ver con quien soy. Por mi gratitud al país que me vio nacer y me dio mi cultura y tanto de lo que disfruto en esta vida, decidí viajar y representarlo con el escudo de su bandera en mi pasaporte aunque no haya sido 'recomendable'. Decidí seguir mi corazonada lo cual causó este gran acontecimiento de descubrir el valor de mi pasaporte 'inferior' y a causa de eso me ahorré mucho dinero por el no tener que tramitar visa alguna. Y eso de ahorrar dinero a quien no le gusta? Para nosotros fue lo máximo porque como dice el refrán al final de la misma canción, "Como no tengo dinerooo... tengo mucho corazón". Corazón, mi pasaporte mexicano y pasión por la vida y por mi gente es todo lo que necesito. Por eso he logrado llegar a donde estoy... y sin dinero. Espero que tú también logres llegar a donde quieres -aunque a veces precise ir contra la corriente para hacerlo. Fuentes: The Henley & Partners Visa Restrictions Index 2016 www.passportindex.org Mientras caminábamos dentro del espesor de la Selva Amazónica, comenzó a llover. No estoy hablando de unas gotitas, sino lluvia fuerte y pesada. Al instante nos empapamos.
Algunos considerarían esto una experiencia negativa. Hasta cierto punto, admito que no me gustó el hecho de que me quede con la ropa mojada, sin embargo, como dijo el primo Dave, "esto hace que la experiencia sea más real". Estoy de acuerdo. No sólo fuimos capaces de ver y caminar alrededor de una parte de lo que es la selva tropical más grande del planeta que alberga una de diez especies conocidas de plantas y animales en el mundo, hemos sido capaces de experimentar uno de los factores más importantes que da vida a la Amazonia. ...................................................................................................... El día anterior visitamos una ciudad que me dejó admirado, Papallacta. El solo manejar por esta área es una experiencia maravillosa. Las hermosas montañas verdes tenían nubes que rodeaban su alrededor. Cada nube destacaba la belleza de las montañas que continuaban más allá de lo que se podía ver. Papallacta, un pueblo en que se requiere usar una chamarra, es conocida por sus aguas termales. David y yo, casi temblando, decidimos visitar a este fenómeno natural. Así, entramos a un lugar local y vimos al humo del calor del agua que se levantaba en medio del frío de la ciudad. Déjeme decirle que tan pronto al entra en el agua caliente y refrescante, todos los problemas de la vida parecen desaparecer. Hay una paz que fluye. ...................................................................................................... El día siguiente nos fuimos a la Selva Amazónica. Sería ridículo de nosotros que estamos Recorriendo Latinoamérica, no visitar una de las partes más importantes y diversas del mundo. Al llegar a una ciudad cuyo nombre es Misahuallí, nos encontramos con unos Chilenos y un Argentino quienes también buscaban caminar la Amazonia. Después, nos encontramos con un local que dijo que nos podía llevar en su barco y guiarnos por la selva. Nos subimos al barco y al instante, la experiencia fue fascinante. Se sentía como una escena de una película, excepto, por supuesto, no habían nativos tirándonos dardos. Mientras andábamos en el barco, a la orilla del rio se veían todo tipo de variedad de árboles. Por millas uno podía ver el color verde mientras los árboles parecían estar por encima de los otros debido a las montañas que rodeaban los ríos. Después de un viaje de 45 minutos, paramos y comenzamos nuestra primera caminata en el espesor de la selva tropical. En este primer lugar, llegamos a lo que se conoce como Amazoonico. Es un lugar de refugio para los animales de la zona y un lugar que ayuda a preservar la selva tropical. Los locales y los extranjero llegan a servir y para ayudar a la causa. En este lugar, fuimos capaces de ver una variedad de aves, monos, cocodrilos, tortugas, plantas, árboles y insectos. Es increíble ver la diversidad en constante cambio. Hay todo tipo de hoja que ayuda dar nutrición a la tierra, todo tipo de animales e insectos que luego son presa natural de otra variedad de animales. Alrededor de una hora y media más tarde, nos subimos de nuevo al barco, y después de comer, fuimos a otra parte de la selva. Tan pronto como llegamos, comenzó a llover. Al instante nos empapamos. Agarramos unos hojas grandes de parte de una planta para usarlas como paraguas, pero la lluvia era muy fuerte. El trabajo fue en vano. Esta zona tenía un aspecto completamente diferente a la de la antigua ubicación. La tierra se sentía diferente (no simplemente por causa de la lluvia) y había otra variedad de arboles, insectos, fruta, y animales. En este lugar pudimos ver algunas practicas indígenas que los nativos usaban para cazar y atrapar una selección de animales como de puma hasta serpientes. Un ejemplo de cómo atrapar a un animal era rodear un área con palos mientras dejando una abertura. Dentro de la abertura se dejaba un pedazo de comida y un alambre que una vez que lo tacaban, impulsaba a un árbol sobre el animal. Al instante el animal muere cual después es comida para los nativos. Poco después, visitamos una comunidad de indígenas que siguen viviendo en la selva, pero muchos de ellos no continúan vistiéndose con ropas tradicionales. Aquí fuimos testigos de una danza tradicional, y nos dieron a probar una comida y una bebida. Ambos deliciosos. A continuación, algunos de los niños querían jugar con nosotros, así que tocamos los instrumentos con ellos y en un momento diferente, jugué fútbol con los niños. Posteriormente, nos fuimos a casa. ...................................................................................................... Una cosa que no puedo dejar de pensar en cuanto a la Amazonía que incumbe también a cada uno de nosotros, es la importancia de la tierra para nuestra supervivencia. Ahora, de ninguna manera me considero un hippie. Pero el decir que no dependemos de la tierra para nuestra supervivencia es algo ridículo. Por difícil que pueda parecer para algunos de nosotros que nos consideramos individualistas o híper-independientes, la verdad es que de ningún modo somos independiente. Nosotros somos dependiente en cada instante de nuestras vidas. En este momento todos los seres humanos dependen del agua que no han creado, los alimentos que comieron, de oxígeno y así sucesivamente. Todo esto es parte del ciclo de la naturaleza que si maltratamos, puede afectar a los medios de vida de las personas. Si la deforestación continúa en la Amazonía, todo tipo de animales y plantas, insectos se ven afectados. No sólo esto, sino los seres humanos se ven afectados también. De la misma manera, si seguimos negativamente afectando a la naturaleza que nos rodea, nosotros también vamos a ser afectados negativamente: ejemplo, Flint Michigan. El maltrato del agua ha llevado una agua envenenada a una comunidad acosada y marginada por aquellos en el poder que todavía no hacen nada. Como Cristiano, mi llamado es señorear a la tierra. Siendo que considero que la tierra le pertenece a Él, es importante que yo sea un buen administrador que no abusa de lo que Él nos ha dado, porque no sólo sería desobediencia, sino que también afecta a mi vecino a quien debo de amar, afecta a las futuras generaciones y afecta a mi propia fuente de supervivencia. Un reflejo breve sobre nuestro recorridoEscrito por Edgar Bear Después de haber recorrido nueve países por carretera en cuatro meses, logramos llegar a la mitad del mundo.
Después de haber manejado a través de montañas, bosques, lluvia, tiniebla, la costa, por la noche, cansados, durante el día y llenos de energía, llegamos a la mitad del mundo en Ecuador: Latitud 0-0'-0". ¿Cómo se siente? Se siente como que si hubiéramos logrado una meta. Sin embargo, al mismo tiempo, nos queda mucho camino que recorrer. Al reflexionar, sí, el haber llegado a la mitad del mundo es algo por cual estar alegre. Es un lugar de belleza donde el norte, el sur, el este y el oeste se encuentran. Es un lugar que puede ser sorprendentemente frío. Sorprendente, porque toda mi vida me dijeron que el ecuador era caliente. Nada que ver. Esta fresco, y por la noche, puede hacer frío. Sin embargo, en cuanto al recorrido, el haber llegado a la mitad del mundo puede ser visto como una representación de la mitad de nuestro camino. Durante la primera mitad de recorriendo Latinoamérica, hemos experimentado mucho. Hemos tenido largas conversaciones con los locales de ocho países sobre todo tipo de temas, desde la política, la religión, las relaciones, los viajes, el trabajo, la naturaleza, hasta la ciencia y la familia. También, hemos tenido grandes momentos de risa donde uno no puede parar de reír. Hemos sentido el amor de la gente por medio de la hospitalidad donde nos reciben con besos, un lugar para dormir y con comida. En cuanto a la comida, hemos probado todo tipo de verduras, carne, dulces, frutas, bebidas, arroz, y pan; los nombres son difíciles de recordar. Sin embargo, cada plato de comida es única. Al reflexionar, he aprendido mucho. Empecé este viaje con mis propios prejuicios y pensamientos. Sin embargo, al conocer gente; al reírme con ellos; al compartir mis pensamientos y creencias y al que ellos compartan las suyas; al ver la forma en que las familias se aman; y al ver la impresionante, siempre cambiante, naturaleza, me he quedado anhelando, sorprendido y con un deseo de continuar. Me he quedado con anhelo porque deseo que mis amigos, mi familia, inmigrantes, personas que conozco que dicen cosas racistas; básicamente, deseo que la gente de todo origen conozca las diferentes culturas y la tierra que he llegado a apreciar. Deseo que conozcan la bondad de la gente a pesar de los desacuerdos en la política y creencias religiosas. Una persona no representa a todo un pueblo. Me he quedado sorprendido por dos razones: la primera razón es por causa de la naturaleza y la segunda por la falsa representación de los Latinoamericanos. En cuanto a la naturaleza, sí, entiendo porqué muchos piensan que todo país latino es “igual”. Pero, eso no tiene nada que ver con la verdad. Con el viajar unos pocos kilómetros en cualquier país, hay diversidad inmensa. Los países que no me llamaban la atención, he llegado a reconocer que son ricos en belleza desde las montañas, los árboles, los océanos, los lagos, y los ríos. Soy de las personas que creen que Dios se revela en la naturaleza. Y a medida que viajo, me he quedado asombrado con la bondad de su creación. En cuanto a la representación equivocada de la gente, no sé cuántas veces me han dicho que no vaya a México por causa de inseguridad, sin embargo, fue y es seguro. También he escuchado a la gente que cree que todos los latinos son mexicanos y que cree que todos los latinos tienen el mismo aspecto. Esa gente esta demasiado equivocada Pero no me malinterpreten. No soy una de esas personas que vive en una falsa realidad que no sabe cómo andar por las calles y que cree que todo es perfecto. De ningún modo. Pero si digo que las cosas que a menudo escuchamos y que se creen acerca de las personas Latinoamericanas son, por la mayor parte, equivocadas. Un buen ejemplo sería Colombia. Hay un tremendo miedo de entrar a ese país hasta el punto que algunas personas incluso creen que hay cocaína siendo vendida en cada esquina. Completamente incorrecto. La mayor parte de la población es buena gente, pero al igual que en todo país, sí hay algunos pocos que causan daño. Entonces, estoy sorprendido por causa de la falsa representacion de los latinos. Sin embargo, al mismo tiempo, tengo que decir, estoy positivamente sorprendido por causa de la bondad de la gente. Por último, hay un deseo de continuar el viaje. El recorrido no ha terminado. Tenemos ocho países mas para recorrer; cada uno con su propio tipo de diversidad en cuanto a la naturaleza y las personas. Deseo conocer nuevos lugares, música, prácticas familiares y diferentes formas de hospitalidad y amor. Pero volviendo a la mitad del mundo, al reflexionar, en este momento, me siento agradecido. Le quiero dar gracias a la gente que nos ha ayudo. Que Dios esté con ustedes. Muchas gracias. Y también doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de ver su belleza en Su creación, la naturaleza, y de ver la diversidad de las personas. By David Leija Bear“¿Pasaporte? Listo. ¿Guitarra? También. ¿Mochila? Ya esta. Fuímonos!” Acababa de meter la camioneta a un contenedor para embarcarla y mandarla desde Colón Panamá, hasta Cartagena, Colombia. Batallé al salir por la puerta de atrás de la camioneta ya que estoy bien cuadrado y grande (ya quisiera). Imaginate la cosa con menos gracia que jamás has visto en la vida; algo asi aparenté. Batallé tanto porque mi primo había instalado unos cajones de seguridad reforzados y luego al lado de esos cajones, había una disque regadera que, claro, jamás hemos usado. Al salir del contenedor y cerrarlo con candado pensé, “Ya estuvo. Ya no nos podemos regresar –o acabamos o acabamos!” De ese momento en adelante estábamos en las manos de Dios aún más. Estábamos sin vehículo hasta que voláramos sobre la selva incruzable de Darien y llegáramos a sacarlo en el puerto de Cartagena, Colombia, ubicado en el siguiente continente. Adelantémonos unos cuantos días increíbles (my primo Edgar escribió sobre ellos en su blog, léanlo!) y llegamos a la capital cumbiambera del mundo, Colombia.
*** Nos despertamos esa mañana en el aeropuerto y nos subimos a un taxi para llegar a la casa de la familia con quien nos íbamos a hospedar. Siempre soñaba con ir a Colombia y aunque ya estuviera acostumbrado a estar en America Latina, pude distinguir el sabor caribeño que rodeaba Cartagena. Estaba tan cansado esa mañana pero mi emoción de estar cumpliendo un sueno me daba pilas para seguir adelante y disfrutar del paisaje. No nos tardarmos mucho en llegar a la casa de la familia Arciniega donde nos iban a recibir nuestros nuevos amigos de por vida, Paulo y sus padres. No los conocíamos aún pero al llegar sentimos una alegría al ser recibidos con los brazos abiertos. Hubo un ambiente lleno de amor en esa casa. Se sentía la presencia de Dios. Paulo es un estudiante de percusión en una universidad privada en Bogotá. Estaba de vacaciones de la universidad y pasando los días festivos con la familia. Su primo/vecino/compañero de casa en la universidad/guitarrista y chavo buenísimas onda, Andrés, andaba en las mismas. Andrés, vive al lado allí en Cartagena con sus padres, abuelos y hermano menor –mi tocayo y el chavo de 14 años mas trucha que jamás he conocido en la vida, Juan David. Esta era la gente con quien, sin intenciones de quedarnos tanto tiempo, íbamos a vivir y compartir el próximo par de semanas. Aún no sabíamos que estábamos a punto de conocer a una de las personas más interesantes que habíamos conocido en el recorrido, Liney –el detalle es que estaba trabajando esa mañana. Entramos a la casa como limosneros (por lo menos asi me sentía, todo greñudo) por el hecho de habernos quedado a dormir en el aeropuerto esa noche. El calor caribeño me dio un cansancio más fuerte del que ya tenía desde que no estaba acostumbrado. Luego de un poco de conversación nos echamos una pequeña siestecita hasta que nos despertaramos para el almuerzo y un poco de sobremesa. La Sra. Arciniega se aseguró que probáramos un platillo tradicional colombiano diferente cada día acompañado con agua fresca de sabor . Esto solamente era una probadita de la hospitalidad que íbamos a recibir. Nos enamoramos de Colombia más rápido de lo que puedes decir, patacón. Ya que me había despertado después de la siestecita, sali al patio y me pego un solazo deslumbrante y a también las ganas de bailar por la música del vecino como si me dijera, “Bienvenido a Cartagena David ;)”. Cada dia sentí lo mismo –tanto que si no se escuchaba música a todo volumen afuera… como algo estaba mal. Lo que realmente me encantó fue que esto era la vida cotidiana y nada fuera de lo común. Senti que enfin había encontrado a mi gente. Cartagena era el lugar donde todo mundo era igual de alegre y ruidoso que yo. Caminando por la calle y hablando con la gente me di cuenta de que Colombia no era tan distinto a México. De hecho, encontraba consuelo al ver que enfrentamos problemas y dichas similares; encontré que nos llevábamos super bien con los Colombianos. Colombia tiene una cultura tan fuerte y a la vez, muy suya. Igual que México la cultura cambia de región a región. El area del norte en donde estábamos nosotros es reconocida por su comida deliciosa, su genta alegre, bonita y amigable; y tal vez lo mas famoso de la región que es su cultura musical y patrimonio del país –el vallenato. La música vallenato es considerada como un patrimonio cultural inmaterial de acuerdo al UNESCO- (la organización de las naciones unidas para la educación, la ciencia y la cultura) como lo es el mariachi en México. Colombia tiene una cultura tan fuerte en cada sentido de la palabra, que no necesita comparación (ya sé, ya sé, la acabo de comparar a México… pero saben a que me refiero!) Colombia es Colombia –que mas se puede decir? Como si eso no fuera suficiente, el 87% de la gente encuestada en Colombia por el WIN/Asociación Gallup Internacional reportaron que eran felices. De todos los países encuestado, Colombia tuvo el porcentaje más alto de gente feliz haciéndolo el país más feliz DEL MUNDO en el 2016. Se nota esa alegría en la gente al caminar por las calles históricas del centro de Cartagena. Caminando por encima de las murallas que rodean el centro de la ciudad mientras disfrutábamos de un café tinto –la especialidad Colombiana, sentí una tranquilidad imensa. Uno de mis momentos favoritos en Cartagena, y en la vida, era caminando en las murallas mientras que el sol bajaba sobre el mar al atardecer. Dentro de las murallas hay ventanitas donde se sientan las parejas jóvenes a disfrutar de los sonidos de las holas chocando contra las paredes mientras el sol desaparece en el horizonte. Es un lugar verdaderamente encantador. Si caminas más hacia el centro vas a topar con una de las inumerable plazas nombrada por el libertador, Simon Bolivar. Por la noche hay espectáculos culturales de baile y música afro-colombiana folclórica y tradicional. Asegúrate de encontrar a un tintero para que puedas disfrutar de un cafecito colombiano que venden por todas partes. Es una delicia y amplificará lo que hagas en todo momento. Gracias a Dios pudimos hacer esto una y otra vez ya que al fin de cuentas nos tuvimos que quedar en Cartagena por tanto tiempo. Lo que pasó fue que tuvimos dificultades tramitando los documentos de la camioneta junto con la persona con quien compartíamos el contenedor y debido a eso, no tuvimos opción más que quedarnos en Cartagena hasta que todo estuviera en orden. Originalmente habíamos planeado quedarnos solamente tres días y pasar el año nuevo en Barranquilla y desde allí seguir con el viaje. Desde entonces hemos dejado de hacer planes porque nuestros planes nunca pero nunca salen. Después de un rato ya nos empezó a dar pena por haber estado tanto tiempo pero la familia Arciniega se aseguró de que nos sintiéramos como en casa en todo momento. Estoy seguro que Dios los puso en nuestro camino para prepararnos para lo que teníamos por delante; una familia tan calurosa, una viajera experta en Liney que ha hecho este recorrido DOS veces y hermanos musicales en Paulo y Andres. No cabe duda. En fin, después de un proceso demorado y agotador (mi primo escribe sobre ello en su blog, Panama, léanlo!) recuperamos la camioneta! El tiempo había llegado para que siguiéramos en nuestro camino. La brisa y la carretera nos llamaban -pero no antes de llevar a cabo una aventura más; por sugerencia de la Sra. Arciniega. Nos comentó que quería echarse un viajecito al mar con toda la familia. El día siguiente hicimos justamente eso. Como la familia burrón nos subimos todititos a la camioneta –las mamás, los abuelitos, la tia, los primos –a toda la banda y nos fuimos a Playa Blanca en el mar caribe para pasarla juntos un día más. Solo había pasado un par de semanas pero me sentí como si conociera a esta familia toda la vida. Comimos, conversamos, bailamos y gozamos durante esas dos semanas. Nuestro tiempo en Cartagena ya había llegado a su fin, pero nuestro amor por Colombia apenas había comenzado. Puede que suene como tontería ya que hemos llegado tan lejos pero durante los primeros siete países que recorrimos en esta gran odisea... tuve mis dudas. El sueño de recorrer el resto del continente no se me hacia verdadero y sentía que se podía acabar en cualquier momento sea por falta de dinero, fallas automovilísticas u otra de las innumerables cosas que podían ocurrir. Lo que si mantuve en la mente fue que las ganas no nos iban a faltar. Pero todavía me faltaba… algo. El momento en el que subimos el carro al contenedor para enviarlo alrededor del tapon del Darien y que cruzamos esa famosa selva en avión, fue el momento en el que supe que íbamos a cumplir nuestra meta y llegar al final del mundo. Todo el proceso de atravesar la frontera más difícil de cruzar en las americas solo fue una prueba. Conocimos Sud América a través de Colombia y no pudimos haber tenido mejor introducción. Ahora que vamos en camino hacia el noveno país del viaje me siento seguro. Siento que entre más fronteras cruzamos, se van derrumbando nuestras fronteras mentales y lo más lejos que llegamos, lo más que crece el sueño. El famoso escritor brasileño, Paulo Coelho escribió que, “La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante”. Tomando eso en cuenta, entonces por qué es que no nos atrevemos a soñar más allá de lo que nos imaginamos? Y ese sueno puede significar algo diferente para todos nosotros. En EEUU nos dicen eso desde la infancia pero realmente lo creemos? Mis sueños nunca han sido tan grandes como lo son ahora pero la diferencia es que ahora, gracias a la gente que tengo alrededor de mí, creo en ellos. Ahora que he empezado, jamás bastaré. Al cruzar esta frontera hemos pasado el punto en donde no podemos regresar (por lo menos en mi mente) y estamos listos para enfrentar cualquier reto. Entré a Sud América con incertidumbre. Ahora la única cosa de la cual estoy incierto es si llegue el día en que me voy de este lugar el cual hemos llegado a querer como a casa. Después de haber hecho un recorrido de varias playas en Costa Rica donde pasamos la noche al lado del mar y donde nos despertamos con un montón de picaduras de mosquitos, por fin entramos a Panamá.
Sin embargo, al pensarlo, hay dos cosas que sabía de Panamá: la prisión ficticia conocida como Sona vista en el programa de televisión Prison Break y el histórico Canal de Panamá. Así que, yo no sabía mucho sobre el país. Sin embargo, después de haber visitado, debo reconocer que es un gran país: es seguro y está lleno de gente increíble. Seis horas después de cruzar la frontera, llegamos a la capital de Panamá. La capital podría ser comparada a Miami: queda al lado del mar, los edificios son altos, la comida es demasiado rica, la gente es agradable, la ciudad es limpia, y hay muchas actividades que hacer. Nos alojamos en la casa de mi amiga Claudia. Conocí a Claudia mientras hacia la maestría en California. Ella es una joven inteligente. Y después de conocer a su familia, me di cuenta que ellos también son inteligentes, agradables, amables y hospitalarios. Tienen una hermosa casa y nos recibieron con amabilidad, risa y alegría. David y yo nos sentimos excesivamente bienvenidos. Ya que era en la época navideña, la mayoría de la gente estaba de vacaciones. Debido a esto, pudimos pasar tiempo con todo tipo de persona desde familiares de Claudia, sus amigos, un jugador de béisbol profesional, la gente de la iglesia, y la gente que nos encontramos en el área. El primer domingo que estuvimos Panamá, fuimos a un lugar donde viven los menos afortunados de la ciudad. Hubo una palabra, oramos por la gente, y le dimos regalos a los niños. Otra gran experiencia fue que hace unos años, cuando yo vivía en Pasadena, California, conocí a un colombiano, Jason, a través del fútbol. En California, fui al parque a jugar el deporte, y después de algún tiempo, Jason y yo nos hicimos buenos amigos. Nos juntábamos casi cada fin de semana cuando vivíamos en California. Sucedió que Jason se enamoró de una chica que vive en Holanda. Y después de intentar lo de larga distancia por varios meses, decidió mudarse a Holanda para estar mas cerca de la mujer que amaba. Interesantemente, los padres de Jason viven en Panamá. Y siendo que estábamos en época de Navidad, Jason fue a Panamá para pasar tiempo con su familia antes de mudarse a Europa. Además, Jason y yo habíamos mantenido contacto desde que David y yo comenzamos nuestro recorrido de América latina donde nos pusimos de acuerdo el reunirnos. Así lo hicimos. Recorrimos la ciudad mientras contábamos historias, nos acordábamos de nuestro tiempo en California y jugamos fútbol en un lugar local con los locales como lo hacíamos en Cali. Nochebuena era una alegría. David y yo fuimos a la casa de un familiar de Claudia donde comimos mucho y donde tocamos y cantamos música en vivo y karaoke. Me recordó a los tiempos en los Estados Unidos o en México donde nuestras familias se reunían en la víspera de Navidad sonriendo, comiendo y riendo sin parar. Una de las únicas diferencias fue que el clima estaba caliente. Otro día, después de ir a una playa hermosa , Claudia invitó a sus amigos a su casa donde hubo una “fiesta". Aquí nos encontramos con grandes personas. Hubo un negro que era ambos inteligente y chistoso. En cuanto a lo chistoso, el tipo es unos de los que es demasiado listo y rápido con su humor. Tenía a todos riéndose la fiesta entera. Primero, la fiesta comenzó con el conociéndonos los unos a los otros y con chistes. A medida que llegaba mas gente, jugamos todo tipo de juego. Curiosamente, no hubo alcohol en la fiesta. Y como alguien que se crio con alcohol en toda fiesta, tengo que decir que esta fue una de las fiestas más divertidas que he asistido en mi vida. No sólo porque estaba en un país diferente, sino porque todas las personas que asistieron nos trataron bien, sabían cómo conversar, todos alegres, todos riéndose y la gente siempre mantenía las cosas interesantes. Por otro lado, hubo una inconveniencia mientras en Panamá cual fue el proceso de tener que enviar nuestro vehículo en un contenedor hacia Colombia por causa del Tapón del Darién: un área entre Colombia y Panamá donde no hay carretera. La razón por la falta de carretera se debe a razones ambientales donde hay un deseo de cuidar la naturaleza; esto es algo bueno. Estoy de acuerdo con el cuidar el ambiente. Pero, lo inconveniente fue nuestro tener que pagar más de mil dólares para enviar nuestro vehículo. Además, nos enfrentamos con otros problemas de los que voy a escribir en el próximo blog. Sin embargo, en general, he llegado a amar a Panamá. ¿Volvería de nuevo? Claro. Sin duda. Autor: David Leija BearCuando estuve en la prepa leí en algún lugar que Costa Rica era el país más verde del mundo. El haber leído eso me dio una curiosidad inmensa… como que no lo creía; lo tenía que ver con mis propios ojos. Y luego cuando me recibí de la universidad mi amigo y yo estabamos arreglando todo con la esperanza de mudarnos a Costa Rica por al rededor de un año. Todo iba de acuerdo al plan que teníamos hasta que desafortunadamente, y por menso, me metí en problemas. En ese momento tuve que apretarme el pantalón como decimos en México y dejar de andar soñando para poder trabajar. No tuve opción mas que ponerme las pilas y darle duro. Como se podrán imaginar, allí murió el sueño. Al menos eso es lo que pensaba. Adelantémonos unos cuantos años y por fin se logra el sueño: En fin, llegué a bellísima Costa Rica. Sin embargo, nunca pensé que tuviera que recorrer más de 5,000 millas por tierra para lograrlo. Eso sí que no fue parte del sueño. Como se podrán imaginar me salió una mini-lagrimita al llegar a esa tierra ‘prometida’. No cabe duda que los hombres por más ‘machos’ que seamos también lloramos. Bromeo.
Son pocas las veces cuando uno llega a un hogar y se siente verdaderamente en casa pero al llegar nos recibió una familia tan calurosa, alegre y verdaderamente simpática que así nos sentimos de inmediato. La alegría de esta familia le salía por los poros y se sentía. Luego de habernos bañado (la señora le ha de haber dado gracias a Dios ya que habíamos viajado dos días seguidos manejando por un calorón centroamericano para llegar. ¡Imagínense!) seguimos conversando mientras comíamos el platillo tradicional, gallo pinto. Al conversar, me di cuenta de que por más sabiondo que me sintiera… no les reconocía el acento. En ese momento me di cuenta que la verdad solo había conocido a dos Ticos en la vida y realmente sólo uno de ellos provenía de tierras Costa Ricenses. Bastó con conocer al país más verde del mundo por solamente cinco días para darme cuenta por qué no conocía a más Ticos. Con todo lo que tiene que ofrecer, simplemente no hay necesidad de salir del país. *** Al llegar a la casa de nuestros anfitriones pude ver que no iba a caber nuestra van inmensa en la cochera, pero en corto, salió el vecino a ayudar. Midió lo ancho y alto de la camioneta y determinamos que sí cabría, pero ni un pelito más. Nos tardamos una media hora en meterla. Pienso que si no la habríamos lavado ese dia no cupiera por los granitos de tierra que hubiese tenido. Cuando nos acomodamos en la sala, la Sra. Barrantes, nuestra anfitriona, entró casualmente con la bebé de uno de los vecinos. Se sintió un fuerte enlace en la comunidad, como siempre he imaginado que debería de ser, pero desafortunadamente nunca he tenido el placer de sentirlo en los Estados Unidos. Me da esperanza ver a la comunidad así y seguiré luchando para que un día mis hijos puedan crecer en ese ambiente. Esa noche dormimos como me imagino que durmió el bebé ya que la noche anterior habíamos dormido en la camioneta en medio de un calor tropical, estacionados en la costa Pacifica Nicaragüense. Era muy bonita la vista pero dentro de la camioneta había un calor sofocante ya que no hubo brisa esa noche. Nunca olvidaré el sonido de esa noche cuando mi primo se despertó en un charco de sudor, hablando como si fuera el señor barrigas astmático diciendo, “Ya no aguanto… de veras no aguanto”. Los dias siguientes los pasamos hablando con la gente y conociendo la capital, San José. Por lo general, la gente es muy amable y amigable en Latinoamérica, pero en Costa Rica existe algún elemento extra. Puede que haya sido nuestro entorno y nada más, pero sin duda, sentimos un aire de amabilidad elevada y sincera al hablar con la gente. La manera en que hablan los Ticos de su país es una cualidad admirable. Se siente que se les infla el corazón con orgullo al hablar de su país y sin una onza de prepotencia. No sé qué será, pero me imagino que tiene algo que ver con el echo de que este país ha ocupado el primer lugar en el Índice del Planeta Feliz de acuerdo a la Fundación Nueva Economía (FNE)… y dos veces. Otra cosa que destaca a este país es que fue la primera nación soberana en abolir su ejército, y sigue siendo uno de pocos países en el mundo que lo haya hecho. Todo esto puede que suene como una especie de sueño utópico pero como todo otro país, Costa Rica también batalla con sus propios problemas internos. Aunque aveces nos cueste, uno todavía tiene que ejercer el sentido común en todo momento. En pocas palabras, no vayas a caminar sólo en el centro de San José a media noche estrenando tu cadenita nueva de la virgencita mientras subes fotos al instagram con tu iPhone del año. Suena gracioso, pero hay gente que lo hace… o mejor dicho, lo hacía… porque ya lo han de haber perdido. Pero al salir del centro de la ciudad es otra historia. Este país tiene algunas de las playas más hermosas del mundo que uno puede visitar en la tarde y regresar a su casita justo a tiempo para ver al chacal tocarle la trompeta al primer disque-Juan Gabriel de la noche en Sábado Gigante (QPD). En el recorrido de Nicaragua a San José, pasamos algunos lugares con nombres encantadores pero debido a la escasez de tiempo que teníamos, no pudimos visitarlas en ese instante. Uno de esos lugares se llama Punta Arenas. El nombre me hizo pensar en playas de arenas blancas y aguas claras, resplandecientes en el sol. No nos pudimos quedar con las ganas y en el último día decidimos regresar a esa playa. Al llegar vimos que la habíamos regado. Con una infinidad de playas conocidas al nivel mundial al alcance, a nosotros nos tocó bailar con la fea. Fuimos a la playa que es la oveja negra de todas la playas Costa Ricenses. Siendo un optimista eterno, sugerí que nos echáramos una vueltecita por el área para ver si encontrábamos otra playa pasable por ahí. Jamas la encontramos. Fuimos a otra casi pasable… pero no. Eso nos pasa por no preguntarle a la gente. Dijimos sintiéndonos ya my derrotados, "orale, pues nimodo, vámonos a donde estén todos los gringos…" y nos encantó. Era un Martes por la tarde así que casi no hubo gente. Llegamos imponentes estacionando la camioneta en la arena frente al mar. Nos relajamos al más no poder hasta que desapareció el sol en el horizonte. Fue tan increíble la experiencia que decidimos quedarnos otro día y dedicarnos cien por ciento a visitar las playas del país. Los días siguientes precisamente eso hicimos (aparte de escribir y trabajar), y de alguna manera, cada playa fue más bella que la anterior. No nos cansamos y nos la pasamos visitándolas hasta que llegamos a Panamá. Aparte de su gente hermosa, sus playas paradisiacas y clima tan agradable, el llegar a Costa Rica para mi representó algo aún más grande. Más allá de visitar el lugar más verde del planeta, fue un testimonio para las cosas más grandes que nos pasan en la vida. En lo personal, yo siempre quiero correr antes de caminar sea en la música, en los idiomas que quisiera aprender, o quién sabe, puede que sea hasta en el amor. Todo a su debido tiempo. Quise ir a Costa Rica como un chavo recién egresado de la universidad, pero me pregunto… ¿que sería de mi vida si lo hubiese echo en ese entonces? Ese año que según yo, debía haber estado en Costa Rica, encontré mi carrera y verdadera pasión en la vida. Conforme han pasado los años he podido ver que las bendiciones se presentan en diferentes formas. Pensé que al meterme en problemas me había cerrado las puertas a mí mismo pero ahora me doy cuenta que quizás fue algo divino. Fue una lección que necesitaba aprender en el momento preciso que necesitaba aprenderla. El hecho de que ese sueño se haya ‘muerto’ fue lo mejor que me pudo haber pasado porque el sueño jamas murió sino, fue diferido hasta que estuviera preparado para realizarlo. Así que para aquellos de ustedes cuyo sueño, algo o alguien lo mató… no pierdan la esperanza. Puede que exista algo más grande que, a lo mejor, aún no estén listos para enfrentarlo… nunca dejen de soñar que los sueños sí se pueden alcanzar. Sólo esperemos que no tengas que recorrer 5,000 millas para poder hacerlo. -David Autor: Edgar BearDespués del tiroteo, de la balacera entre el ejército y los guerrilleros, el ejército a fuerza sacó a la gente de sus casas y las alinearon. Estaban investigando a los jóvenes. Querían saber si estas personas estaban en apoyo de los guerrilleros. Un amigo mío, Erik, y sus amigos fueron investigados. Su versión de la historia es que el ejército tomó demasiado tiempo con ellos. Esto significaba que pudieran haber sido asesinados. Entonces, el temor de ser asesinado a tiros como les había ocurrido a otros en días anteriores era algo visible. Sin embargo, una vecina vio a los militares. Esta vecina le llamo a su marido quien tenía un rango alto en el ejército, y le contó a su esposo de la situación. El marido luego dio la orden de librar a los jóvenes. Gracias a Dios, la llamada llegó a tiempo, porque, el ejército Nicaragüense tenía fama de cometer atrocidades contra su propia gente donde mucha gente era secuestrada y nunca mas vista que hasta hoy en día, no se sabe que fue de mucha gente. Nicaragua tiene una historia demasiado interesante. Es una historia de un país que fue maltratado por el gobierno por muchos años. Llegó a ser la gente común en contra de aquellos en el poder. Y las personas inocentes en muchos casos fueron víctimas de la guerra por hechos simples como el de caminar por la ciudad. Sin embargo, gracias a Dios, Nicaragua ha experimentado un cambio enorme. La dictadura de los Somoza que tristemente fue apoyada por el gobierno de los Estado Unidos, ya no tiene el poder. En cambio, Nicaragua está pasando por un crecimiento constante debido a sus hermosas playas, su comida, sus sitios históricos, y por causa de la gente. Esto fue nuestra experiencia en Nicaragua: En la frontera entre Honduras y Nicaragua, una joven que parecía ser una extranjera, me preguntó sobre el cambio de moneda del país. Yo le respondí, pero también me di cuenta de su acento, y le pregunté que de donde era. María era de Lituana y estaba viajando de país a país por medio de pedir aventón, es decir, pedir por la calle que gente no conocida la lleve al lugar que quería ir. Ella me dijo que necesitaba llegar a otra ciudad antes de que se haga más noche. Me quedé sorprendido. ¿Cómo es que ella iba a hacer esto? Es una locura. Después, María me preguntó que si le podíamos dar ride a un hostal. A lo que ella me hizo la pregunta, yo tenía mis dudas. No me importaba que fuera europea, los europeos también pueden robar y aprovecharse de la gente. Sin embargo, por otro lado, ella estaba viajando de una manera insegura y tomé en cuenta que ella no era más fuerte que David y yo. Así que, me acerque a mi primo y él dijo que sería bien darle un ride a una ciudad cercana. Lo hicimos. Un tiempo después de haber llevado a María a una ciudad cercana, llegamos a la capital de Nicaragua: Managua. Nos quedamos con mi amigo Douglas y su familia. Ellos nos recibieron con gran alegría y amor. Douglas y su esposa Diana hicieron todo lo posible para que nos sintiéramos cómodos. Nosotros estamos demasiado agradecidos por el amor que nos mostraron. Douglas y Diana tenían dos niños que eran una alegría y que eran simpáticos: por ejemplo, el niño más joven, Jim, que tenía dos años, al ver a David, le dijo, “Hola Gringo”. No podíamos dejar de reír. Todavía no sabemos cómo es que el niño supo decir eso. Después de pasar unos días con Douglas, él me habló de su pasado. Douglas antes era un miembro de una pandilla, y no solo esto, sino que llegó a ser el líder de la pandilla. Las historias que escuché de Douglas fueron que su pandilla a menudo salía a las calles para luchar contra los rivales no solo con puños, sino también con machetes y en ocasiones con armas de fuego. Douglas también pasó tiempo en la cárcel. Él había vivido una vida dura. Y las razones que dio por haber actuado con tanta violencia en su vida eran debido al ambiente en que se crio en donde su familia conocía la guerra. Sin embargo, Douglas me dice que es gracias a Dios que ha cambiado su vida. Salió de la vida de las pandillas y se fue a estudiar donde se hizo abogado. Interesantemente, después de practicar su profesión por un tiempo, decidió dejarla atrás con el fin de servir a su comunidad en una organización cuyo nombre es Vida Joven. Douglas trabaja con jóvenes con problemas en el área que él vive en la cual queda en una parte no muy segura. Pero, por lo que he visto, después de haber hablado con los jóvenes y después de haber dado una lección, veo que Douglas ha hecho un gran trabajo en su comunidad. Él ha ayudado a recaudar líderes en ocho barrios en los que hay más de 50 jóvenes que están siendo ayudados en cada barrio. Douglas es una inspiración para su comunidad y para los jóvenes con cuales trabaja. Después de haber pasado unos días con Douglas y su familia, nos fuimos a Granada y a San Juan del Sur. Granada se ve como una ciudad antigua de España mientras que al mismo tiempo la ciudad es moderna. Es un lugar seguro para caminar y ver los diferentes sitios. Hay hermosos edificios por todas partes, y hay un lago cercano que mejora a la ciudad. A las afueras de la ciudad, David y yo pasamos tiempo en el bosque donde vimos unos monos. Uno de ellos, que tenía alrededor de un año de edad, jugó con nosotros por más de una hora. Me pareció graciosa la idea de jugar con un chango y a la vez se me hizo algo lindo. San Juan del Sur es un pueblo a la par del mar. Aquí llegamos justo a tiempo para ver la puesta de sol. Se iluminó el cielo en una variedad de colores: violeta, rosa, azul, blanco, y más. Fue algo que inspira. Después, David tuvo la idea de sentarnos en la playa para tocar nuestra guitarra y vihuela (instrumento de México de 5 cuerdas que se parece a una guitarra). Al tocar, un hombre se acercó y nos preguntó que si podía tocar con nosotros. Le dijimos que sí. Tan pronto que comenzó a tocar la guitarra, cinco de sus amigos se unieron a nosotros. Resultó que el tipo fue el elegido a acercarse a nosotros para que después los demás puedan juntarse también para cantar canciones mientras en la playa. Sin embargo, fue un momento memorable. Estos hombres cantaron canciones nicaragüenses sobre su historia y su vida. Fue inesperado y bastante agradable. También, los tipos nos dieron a conocer un poco sobre sus vidas. Algunos lucharon en la guerra, otro recorrió muchos países por causa de la música, uno podía hablar cuatro idiomas y algunos habían vivido en los estados. Cada persona allí tenía una historia de vida interesante. Esto es lo mismo en cuanto a todas las personas: tener su propia historia. Nosotros a veces queremos agrupar a la gente en ciertas categorías mientras que nos olvidamos de la complexidad humana. Decimos cosas como que los negros son esto, los mexicanos son, los europeos otra cosa o los asiáticos también esto. Lo hacemos mientras nos olvidamos o no reconocemos que cada persona también es un individuo complejo con acontecimientos de vida complejos que dan forma a lo que somos. Cada historia es diferente. Y el parar y tomar el tiempo para conocer, para escuchar sobre las diferencias según el individuo, produce conocimiento que forman nuestras propias interpretaciones que ojala nos hagan reconocer la complejidad humana. Y en respeto a Nicaragua, hemos visto y oído de los que han vivido la guerra, que son ricos, que viven en la pobreza, que les gusta el fútbol, el béisbol, la educación, que aman a su país y más. Hemos visto cosas con cuales estamos de acuerdo y otras que no. Y me parece que esto es cierto con toda persona en Los Estado Unidos y alrededor del mundo: en toda persona, hay cosas donde vamos a estar de acuerdo y donde no. Sin embargo, mi llamado es amar a toda persona a pesar de mis propias faltas y las de ellos. HondurasAutor: Edgar BearDavid y yo hemos leído y algunas personas nos han dicho que no hay que ir a Honduras debido a que la policía es la peor de Centroamérica, que el país tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo y que las pandillas controlan grandes partes del país.
Debido a nuestro haber leído y oído estas cosas, le pregunté a mi primo, "¿Vamos a Honduras o manejamos directamente a Nicaragua?" David encogió sus hombros y dijo que no sabe. David y yo estábamos demasiado cerca de no visitar a Honduras, pero nos pusimos de acuerdo de que sería ridículo manejar por toda América Latina y no visitar al país. Nos sentíamos incómodos e impacientes a la idea de no ir. Pero, al mismo tiempo, no sabíamos dónde íbamos a pasar la noche. Esta pregunta surgió porque se nos comunicó que el lugar en donde nos iban a dar alojamiento, siempre no se pudo. Por causa de esto, buscamos todas las formas posibles de poder quedarnos en Honduras un par de noches. Sentimos que estábamos fuera de ideas en cuanto a encontrar hospedaje. Estábamos un poco desesperados porque sí queríamos conocer a este país por causa de que no sólo Honduras y la gente tiene una mala reputación, pero, también conocemos a muchos hondureños en los Estados Unidos. "Hay que buscar en Couch Surfing", dijo David. Yo le respondí que si era nuestra única opción, que hay que hacerlo. Mientras cruzábamos la frontera entre El Salvador y Honduras, todavía no teníamos lugar donde quedarnos. Estábamos en camino a Nicaragua (uno tiene que cruzar por Honduras para llegar a Nicaragua.). Pero, unos minutos después de pasar la carretera hacia la capital, Tegucigalpa, recibimos un mensaje por Couch Surfing. Una persona nos invitó a comer con ella. Se dio a conocer que no nos podía dar hospedaje, pero que le encantaría charlar un tiempo con nosotros. “Vamos”, dijo David. Al instante le dimos vuelta al carro y comenzamos nuestro inicio hacia Tegucigalpa con esperanza de encontrar un lugar de hospedaje. Mientras manejábamos, David preguntó que si pensaba que nos querían engañar. Que si era mentira y que realmente era un grupo de personas que nos querían robar. Le contesté diciendo que yo no sé, pero que deberíamos guardar nuestras cosas, encontrarnos en un lugar con mucha gente y esperarla de lejos para ver cómo era la persona. Lo hicimos. Cuando la persona llego, cuyo nombre es Vanessa, aparento ser buena gente.. Entonces, le dije a David que hay que ir a hablar con ella. Y descubrimos que Vanessa también tenía sus dudas sobre el conocernos. Claro, uno entiende esto porque ella realmente no sabía quiénes éramos nosotros. Pero al conocernos, al instante nos hicimos buenos amigos. Ella es una ingeniera a quien le encanta viajar. También es muy inteligente, cariñosa, trabajadora, amable y sabia. Esto se dio a conocer en nuestras pláticas sobre la política, el viajar, la escuela y Honduras. Vanessa nos llevó a comer baleadas, y tengo que decir que estoy demasiado emocionado para que usted, la persona que está leyendo esto, coma esta comida. Es como un burrito, pero me atrevo a decir que es más rico. La baleada se prepara con una tortilla de harina fresca, no es el tipo de tortilla que se sirve en los Estados Unidos que a menudo sabe a plástico. La tortilla tenía frijoles, queso, salchichas, plátanos horneados, guacamole, y huevos. Era demasiado rico. Después, nos fuimos a un mirador. Fue impresionante. Vimos a la ciudad montañosa en un día medio frio mientras el sol bajaba. Allí me puse bien tranquilo, alegre, agradecido por haber tenido la oportunidad de visitar, de ver una gran ciudad y su gente. Son momentos como estos que le doy gracias a Dios porque me dio la oportunidad de ver a su creación en términos de la tierra y su gente. Ah, y también, no sé si es porque nos llevamos tan bien, pero Vanessa nos dijo que podíamos pasar la noche en su casa (en nuestra propia habitación, por supuesto). Al día siguiente, fuimos a la Universidad con Vanessa y su hermana, Johana. Johana es una joven simpática e inteligente: sabía hacerte reír, pero al mismo tiempo, sabía de la política y de sus alrededores. Al entrar en la universidad, el aire fresco de la educación superior nos dio la bienvenida. Vimos a las personas que buscan mejorar su situación y la de su país: médicos, abogados, ingenieros y empresarios. Gente de todo tipo de color de piel uniéndose por una causa buena. Esto va en contra de la idea de que todos los centroamericanos son ignorantes y perezosos. De ninguna manera. En Honduras, como en todo país, hay gente que quiere mejorar su situación y la gente a que no le importa. Ahora, para resumir, diría que Honduras es un país hermoso. Y una vez más, igual como en todo país, evite lugares donde hay pandillas y crimen. Pero, sobre todo, el país ha sido bendecido con hermosas playas, montañas, gente y comida. La verdad es que no puedo que creer que estábamos demasiado cerca de no visitar. El SalvadorAutor: Edgar Bear Ms-13 y la calle 18. Estas son las infames pandillas salvadoreñas que tienen sus raíces en Los Ángeles pero con presencia en El Salvador. ¿Sera que las veamos? ¿Sera que nos asaltarán? ¿Robarán? ¿Qué caminos son seguros? ¿Qué caminos debemos evitar? ¿Sera que establecieron controles de carretera para detener a vehículos? Estas son las preguntas que me preguntaba y que le pregunté a la gente conocida durante nuestra estadía en El Salvador.
La corta historia es que estas pandillas salvadoreñas se formaron en Los Ángeles con el deseo de protegerse de las bandas de los alrededores. Rápidamente crecieron y se involucraron en actividades delictivas. Debido a su crecimiento y sus actividades, tales como el robo, el tráfico, el asesinato y así sucesivamente, muchos fueron deportados a El Salvador y por eso, su presencia creció en el país. Ahora, cuando se habla de visitar a El Salvador, hay un temor de encontrarse con estas pandillas. ¿Es justificado el temor? Sí y no. Sí, hay zonas que no hay que visitar porque ocurren robos, asesinatos, abusan y extorsionan. Sin embargo, estas son cosas que ocurren en casi todos, si no todos los países del mundo, incluso los Estados Unidos: por ejemplo, hay partes de Chicago, Nueva York, Los Ángeles, Detroit y así sucesivamente donde la gente evita ir por miedo de encontrarse con este tipo personas. Y la raza es irrelevante. Gente de todas las razas cometen este tipo de delitos. Entonces, al llegar a El Salvador, evita esas áreas. Por otra parte, hay zonas en donde uno se siente tan seguro como si estuviera en Beverly Hills o Disneylandia. David y yo caminamos por la ciudad y los barrios hablando con personas que eran extremadamente amables y cariñosas. Nos reímos, compartimos nuestras historias y comimos juntos. Experimentamos parte de la gran belleza de la gente y su cultura. Vimos impresionantes montañas verdes. También fuimos a la playa donde vimos las hermosas aguas de color azul oscuro y vimos a la gente pescadora, la gente trabajadora salir al mar con sus barcos para pescar, vimos la preparación de los peces para la venta, y vimos la gente vender de lo que había captado. Nos la pasamos muy bien. Con esto dicho, durante nuestro tiempo en San Salvador, nos encontramos con héroes. Héroes locales. Pasamos la noche manejando por San Salvador con una comunidad cristiana que se ha reunido por muchos años para hablar con y para alimentar a los adultos sin hogar, a niños, a prostitutas, a travestis, y a jóvenes gay que han sido rechazados. La noche ocurrió de la siguiente manera. Eran algo como las 9:30 de la noche en San Salvador. Después de hablar con los líderes y de orar con los involucrados del programa Pan con chocolate, nos pidieron que los siguiéramos con nuestro vehículo. Mientras manejábamos, entramos a una área de la ciudad que no era muy segura: habían personas tiradas en el suelo, había un montón de basura, y habían edificios descuidados. Durante una de nuestras paradas, fuimos a lo que parecía un almacén abandonado. En la pared del edificio, había gente sin hogar tirada en el suelo lista para dormir. Cuando nosotros, el grupo, llegamos, la gente en el piso estaba muy contenta al vernos. Estas personas eran delgadas, algunos sin dientes, unos sobrevivían recogiendo basura y otros estaban allí porque sus vicios tenían todo el control. Una señora les habló algo de la Biblia mientras algunos de nosotros fuimos a hablar individualmente con algunas de las personas sin hogar. Estas personas eran conocidas por nombre. Sus historias de vida eran conocidas. Después de un tiempo, le repartimos bebidas y comida a la gente mientras continuamos nuestras conversaciones. De próximo, vi algo que me llamó la atención aun más de la profunda experiencia que estaba viviendo. Vi a dos mujeres jóvenes hablando con una prostituta travesti. Y lo que noté fue que todos se llevaban muy bien. Se conocían. Se respetaban a pesar de sus diferencias en puntos de vista y en el estilo de vida. Y como cristianas, las mujeres le mostraron amor a su prójimo. Viendo esto, me hago la pregunta, ¿Cuales personas estamos rechazando por causa de que son diferente? Entiendo que puede ser difícil amar a alguien con quien no estamos de acuerdo, pero es algo a que Dios nos llama a hacer. |
David LeijaMuchacho dicharachero enamorado pero muy sincero eso si. Edgar BearEdgar es cristiano. Le encanta el futbol, viajar y conocer a la gente. Archives
January 2017
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